BYOD: riesgo y oportunidades para las empresas

colt_gris1El uso del dispositivo personal en el lugar de trabajo es una práctica cada vez más extendida. El BYOD, traer el dispositivo propio al entorno empresarial, es una tendencia en auge. Parece, por lo tanto, un buen momento para reparar en los pros y en los contras que esta realidad puede suponer para las empresas. Las grandes corporaciones han puesto sus ojos en ello.

En primer lugar, del lado de los riesgos el principal es, sin duda alguna, la seguridad. Los dispositivos propios acceden a las redes corporativas, pero en muchas ocasiones no tienen los mismos protocolos de seguridad que se requieren en la empresa. En las redes internas hay información confidencial y la seguridad de esos datos es un punto muy importante para cualquier empresa. Además, en la mayor parte de los casos el comportamiento de los usuarios escapa al control del departamento de TI, poniendo en peligro información corporativa y abriendo la puerta a ataques a la infraestructura.

Como consecuencia lógica de estos riesgos existe la preocupación por que se produzcan problemas de seguridad a nivel global, ya que al tener un mayor número de dispositivos conectados accediendo a las redes de la empresa, podría abrir la puerta a ataques a través de dispositivos comprometidos, así como ocurrir que los recursos de la compañía no soporten ese nivel de accesos y la infraestructura comience a fallar.

De la otra parte, el BYOD también supone oportunidades importantes para las empresas. En primer lugar, desde un punto de vista práctico, está claro que si los trabajadores traen sus dispositivos al trabajo y desarrollan sus labores con ellos puede mejorar la productividad, ya que se trata de dispositivos que conocen y con los que están familiarizados.

Otro punto de mejora que ofrece el BYOD es la reducción del tiempo de respuesta al cliente. La flexibilidad que proporciona usar un dispositivo propio permite que los empleados presten un servicio más rápido a sus clientes. Sin embargo, esto se puede convertir también en una desventaja si acaba siendo una intromisión en la vida de los empleados fuera de sus horarios de trabajo.

En conclusión se puede decir que el BYOD puede mejorar puntos importantes en la empresa. Sin embargo, tiene otros puntos que se deben controlar, que no se pueden dejar al azar. Las empresas no tendrán opción más que implantar el BYOD, pero deberán hacerlo definiendo una política activa y clara que tenga en cuenta los puntos débiles de esta tendencia, para que no suponga un problema, y se pueda aprovechar de la mejor manera posible para que la empresa se beneficie de ello.

 

Javier Lecanda, Manager de Innovación y Prototipos de Colt